El desarrollo de un dominante

Desde el nacimiento estamos orientados a ser conformistas, adecuados, correctos.
La conformidad con los estándares sociales es el requisito para un comportamiento aceptable,
y se nos recuerda de forma constante y consistente. No siempre lo hacemos, pero es la  excepción que confirma la regla.
Existen personas que escuchan una canción diferente y desean escoger un estilo de vida no  aceptable para la corriente principal. Es el caso del BDSM. Si uno escoge un rol superior o  inferior, estamos fuera de los límites aceptables del comportamiento.
Paradójicamente, los Dominantes, que no son nada conformistas con los comportamientos  sexuales, son al mismo tiempo vistos como modelos, héroes, ídolos. En un sentido son  identificados como exploradores, conquistadores y personas que se realizan a sí mismos. No he dicho que nuestra sociedad sea coherente. Sólo pretende que sus miembros sigan un camino.
Desde el momento que la dominación es contracultura no hay un camino rápido y fácil para
llegar a ser un Dominante. La experiencia continúa siendo el mejor maestro. Pero, ¿qué
enseña la experiencia?
Reflexionando sobre los dominantes, identifico y admiro algunos rasgos comunes. Ellos han
aprendido técnicas, auto-confianza, consistencia, fiabilidad, conciencia de sí mismos, cuidado y
paciencia. Aunque hay diferentes aproximaciones. Algunos se enfocan más en un aspecto del
SM que otros. Cada uno tiene su propio grado (y forma) de sadismo, disfruta variando la
intensidad de la recompensa sexual, tienen un sistema muy particular de filosofía, y definen lo
que esperan recibir de una forma muy personal.
Pero, ¿cómo ellos alcanzan este camino?. Decir “por experiencia” es no decir nada.
Permitidme añadir algunos detalles.

1- Encuentran otros dominantes y se presentan a ellos.
La mayoría de ellos han experimentado alguna clase de dominación. Eso no quiere
decir que hayan sido esclavos o sumisos. Lo que quiere decir es que se han puesto a sí
mismos en situaciones que les permite identificar qué pueden sentir las personas que
van a someterse a ellos.
Ellos han experimentado ser atados, disciplinados, castigados y en general dominados.
Y lo han hecho para adquirir experiencia.
Un amigo Dominante me mostró una vez un nuevo par de pinzas que había comprado.
Cuatro dientes con púas de goma para sujetarlos y aparentaban ser dolorosas.
Su primer comentario fue que eran dolorosas. ¿Por qué lo sabía?. Como la mayoría de
los dominantes conscientes, él las había probado primero.

2- Hacen sus deberes.
Para intentar hacer algo con otras personas, lo primero es hacer tus deberes. Los
Dominantes reales cogen ese camino encontrando lo que necesitan saber sobre el SM.
Invariablemente leen multitud de libros, artículos, asisten a demostraciones y emplean
un esfuerzo extra en llegar a ser competentes.
Ciertamente, tú puedes pasar un buen rato puntual en el BDSM, en un contacto si el
contacto es básico, pero como en cualquier ámbito, la dominación real implica un
compromiso de tiempo, energía, dinero y deseo.
Una preparación a medias, un deseo a medias... acaban aflorando.

3- Son maduros a través del conocimiento y conscientes.
Mientras estás tratando con tus conflictos internos, tus barreras emocionales, y tus
ideas preconcebidas, no serás capaz de darte cuenta de tu realidad. Si tú llevas tu vida
tratándote como un niño, suprimiendo tus sentimientos, y evitando la verdad, ésa es
la clase de BDSM que vas a vivir.
Hay que encontrar caminos para comprenderte, y ser capaz de llegar a ser la persona
de tus fantasías. Para que las fantasías lleguen a ser reales, la gente real debe
aceptarlas, crearlas y experimentarlas. De otra forma, sólo estaremos hablando de
fantasías que nunca llegarán a satisfacerse.

4- Son Auto-controlados
Ser el Dominante de otra persona es un proceso estable que requiere tiempo,
interiorización y comportamiento decisivo. Muchos factores tienen que ser evaluados
y actuar en consecuencia. El Dominante real se controla a sí mismo y sus sentimientos
ya que todo su ser debe orquestarse hacia el objetivo de la dominación.
Es una gran tentación, desde luego, dejar que la relación Amo/Sumis@ se deteriore,
permitiendo que el objetivo del BDSM quede en segundo plano debido a la frustración,
el cansancio, el placer, las emociones.
Si tú no puedes controlarte a ti mismo, nunca podrás controlar a otro.

5- Han reflexionado sobre quiénes son y qué quieren.
Aquí me estoy repitiendo. Es insistir en la idea de la auto-confianza y el auto-
conocimiento. Pero lo repito para subrayar que los Dominantes reales aceptan que son
dominantes. Reconocen su deseo de dominar y controlar. Admiten su parte sádica.
Aceptan su propio egoísmo. Desean y quieren ser servidos, y esperan sin
arrepentimiento ni culpa.

6- Han buscado activamente llegar a ser mejores Dominantes.
La suerte no hace a un Dominante. Se llega a ser Dominante, por propia decisión
escogiendo ese estilo de vida y permitiéndose a sí mismos transformarse en el
Dominante que quieren ser. No es por los errores que se van descartando sino por
acciones específicas que ellos han realizado para alcanzar sus objetivos.

7- Buscan personas sobre las que ejercer su dominación.
Dominantes y sumisos van juntos. Tú no puedes ser una cosa sin tener la otra.
Para dejar la situación de “quisiera ser”, tienes que encontrar el complemento de tu
fantasía.
En mi experiencia: Encontrar ese Dominante o ese sumiso no es sencillo. Los
Dominantes reales han llegado a serlo porque buscaron las personas quienes serían
sus sumis@s. Los sumis@s potenciales están ahí fuera pero tú debes trabajar para
encontrarlos y ganar su dedicación duradera.

8- Ellos tienen mentores
Nadie alcanza el final por sí mismo. Así mismo los que quieren ser Dominantes buscan
a aquellos que pueden enseñarles, mediante charlas por ejemplo, mediante
experiencia.
A veces esta tutoría es mutua. A veces proviene de un sumis@, en ese caso de corta
duración. Lo ideal, por supuesto, es encontrar un Dominante que respetes y le solicites
su tutoría. Desea someterte a sus instrucciones.
Sé un estudiante y aprende escuchando y obedeciendo.
Pronto llegará el tiempo que salgas de la tutoría. Las lecciones y la velocidad de
aprendizaje hacen que valga la pena.

Extraido de Traduccion