A continuación veremos las diferentes
personalidades de los Dominantes que integran el estilo de vida BDSM. Hay que
tomar en cuenta que no todos encajan perfectamente con cada una de estas
clases, y tal vez compartiremos cualidades de cada uno.
El Macho/Hembra Alfa:
Esta persona tiene una absoluta
confianza en sí misma, y cuando no es así intenta por todos los medios que no
sea visible. Es un/a seductor/a nato y no tiene reparos en utilizar todo su
carisma para conseguir atraer a quien se proponga, fundamentalmente para saciar
un capricho fugaz que pocas veces fructifica en algo a medio/largo plazo.
Usualmente no reconoce sus defectos, y si lo hace es para mostrarse menos
egocéntrico de lo que realmente es, a fin de ganarse la confianza de los demás.
Se cree con derecho a considerarse el/la mejor y bajo esa premisa hará lo que
crea necesario para mantener sometida a otra persona a sus pies, con lo que muy
fácilmente sus maneras y argucias caen en actos deshonrosos o de ética muy
discutible. Aunque exteriormente haga ver que le hacen gracia las actitudes
rebeldes y contestatarias en realidad le irritan especialmente, ya que necesita
aglutinar todo el protagonismo sobre sí mismo/a. Sin embargo no se conforma con
cualquier persona sumisa pasiva y apocada; a su lado necesita a alguien de
similar inteligencia a la suya y lo suficientemente atractiva físicamente como
para resultar la envidia de otros Dominantes. Una persona que se cree una
ganadora siempre desea el mejor premio y con frecuencia cambia de sumisa/o
cuando tiene a la vista a alguien mejor. Por contrapartida suelen ser los más
atrayentes, intensos y cuidan al máximo su imagen.
El Dom perezoso:
Este tipo de Dominante sería feliz si
encontrase una máquina para azotar que le librase del esfuerzo de hacerlo
personalmente. En casa suele ser desordenado y poco aseado, y disfruta
especialmente teniendo a un/a sumiso/a doméstica para ese tipo de labores. No
es riguroso con su aspecto físico y tampoco con el de los demás, porque
disfruta de la apatía y de la calma como pocos. Aunque tiene a gala ser un
hedonista refinado también terminará por manifestarse como alguien relajado en
sus costumbres y con tendencia a la inactividad. Es poco proclive a imponer
normas severas o rutinas diarias porque le supone tener que supervisar que se
cumplan. En contrapartida suele ser alguien bastante afectuoso y tolerante, de
alto nivel cultural y don de gentes.
El practicante ocasional:
Habitualmente es alguien casado/a,
aunque no necesariamente, e infrecuentemente proclive a mantener relaciones
vinculantes con la persona sumisa. Prefiere tener encuentros una vez a la
semana, o un par de veces al mes, y para cada uno estudiará concienzudamente las
técnicas que requiera la sesión que tenga en mente. Tiene más interés en
considerarse el mejor practicante de algo en concreto que de mantener un
estrecho vínculo con cualquier persona sumisa. Son los denominados ‘Dominantes
del maletín’, que proponen en un tiempo récord realizar una sesión y viajan a
cualquier lugar para llevarlas a cabo. Con ellos resulta realmente difícil
resultar lastimado, ya que saben lo que hacen dentro de la actividad elegida,
pero no ofrecen mayor profundidad. Suelen delegar en la parte sumisa la
responsabilidad de buscar a terceras personas y enfatizan especialmente el
asunto de compartir gastos cuando la “relación” se prolonga en el tiempo.
Desaparecen casi como por encanto cuando la parte sumisa comienza a dar señales
de frustración emocional o cuando encuentran a alguien geográficamente más
próximo.
DaddyDom - MommyDommes
Suelen ser personas de edad madura, muy
amables y afectuosas, interesadas en personas muy jóvenes que asuman el rol de
hijas o hijos, como una extensión de un incesto positivista. Suelen mimar,
proteger, enseñar con paciencia e incluso malcriar a las personas a su cargo,
pero de alguna manera se ven afectados por los complejos de Electra/Edipo de la
otra persona y terminan por ser fácilmente manipulables. Contrariamente a los
anteriores tipos de Dominantes no encuentran algo así como hiriente, dado que
asumen que el amor/odio es intrínseco al tipo de relaciones que prefieren y
habitualmente saben protegerse emotivamente. Son los Mentores/Protectores por
excelencia, pero en demasiadas ocasiones sus ganas de sobreproteger puede
conducirles a que la otra persona se sienta obligada a ofrecer algo a cambio, y
a que ellos/as no lo rechacen con la firmeza necesaria. Prefieren relaciones
donde la sinceridad y la confianza sean primordiales, y con el paso del tiempo,
cuando la relación ya no existe, se convierten en el mejor consejero. Por
desgracia también son proclives a las multirelaciones, a formar “familias”
puramente sexuales y a practicar un BDSM de baja intensidad.
El Master - La Mistress
(Am@)
Este tipo de Dominante suele esperar
algo más de quien se le somete, comparándolo con los anteriores. Prefiere una
relación en la que el/la esclav@ acepte sus normas y sus preferencias, con
escaso margen para modificarlas. Literalmente desea a alguien que haga
cualquier cosa, y que pase por cualquier cosa, por él/ella. Podría sentirse
igual de feliz con una sirvienta doméstica como con una persona sumisa
altamente bien entrenada, dado que lo que más le interesa es la
especialización, en lugar de alguien ‘bueno para todo’. Acepta sin titubeos
asumir cualquier tipo de responsabilidad y es muy posesivo con las personas a
su cargo, pero nadie más tomará decisiones. Se caracteriza por preferir
relaciones estrictas y sólo aceptará lo mejor de la persona sumisa, a la cual
terminará por conocer mejor que ella misma. Suele ser alguien muy curioso
(especialmente con el pasado de los demás), carece de complejos y tienen
tendencia al perfeccionismo. Este tipo de persona mira más allá del aspecto
físico porque el aspecto mental le atrae más que cualquier otra cosa. Ha
investigado con profundidad el BDSM y sabe qué hacer con la mayoría de
“juguetes”, y cuando encuentra novedades no duda en probarlas en sí mism@ para
conocer con exactitud el efecto que causan, antes de probar con otras personas.
Suele dedicarse a aconsejar o a enseñar de manera altruista, pero con quien se
encuentra más a gusto es con personas ya iniciadas. Anteponen la honorabilidad
de sus actos por encima del hedonismo o el narcisismo. Suelen practicar el BDSM
de más alta intensidad.
L@s Sádic@s
Poco se puede explicar sobre este tipo
de Dominantes. Para estas personas el dolor es la base de sus juegos en el
BDSM. Dentro de esta tipología pueden encuadrarse tanto los de sadismo moderado
como extremo. Igual establecen relaciones simplemente ocasionales como
altamente vinculantes con alguien en concreto. Cuando se trata de alguien con
experiencia son meticulosos hasta lo indecible por saber qué umbrales de dolor
acepta la otra persona, y en el caso de sádicos mentales suelen ser personas
muy inteligentes y observadoras. Generalmente poseen altas dosis de
autocontrol, lo que les convierte en un “torturador” exquisito y refinado. En
algunas ocasiones pueden resultar personas algo tortuosas y frías.
Dioses Menores
Son personas que exigen ser tratados
como un dios en su casa y adorados como tales. Muchos de ellos son ritualistas
y tienen actividades muy claramente definidas, en gran parte basadas en la
gratificación de su ego. Incluso el sexo con estas personas es unidireccional:
La deidad recibe la adoración, y el deber de quien se somete es complacer, sin
pensar en sí mism@. Son personas muy afines a crear complejos y detallados
escenarios decorados según la temática que elijan: gótica, vampírica,
mitológica, oriental, etc y sus aficiones vainillas también están enfocadas a
esas temáticas. Suelen ser personas muy imaginativas, misántropas, en ocasiones
solitarias, que no pasan desapercibidas en el mundo convencional ni por su
imagen ni por sus actitudes.
Osos
Son los hombres Dominantes de las
comunidades homosexuales involucrados en el movimiento ‘leather’ (cuero), con
lo que no son exclusivos del BDSM; también se encuentran en el mundo motero,
por ejemplo. Fetichistas del cuero suelen tender a acentuar una imagen de
hipermasculinidad, acompañada de mucho vello. Dominan a los hombres con
tendencias femeninas, con los que sacian sus elevados apetitos sexuales, aunque
algunos son bisexuales.
Alexandro Arias, autor
Buenos días,
ResponderBorrarestaba buscando algo por la red, y me encontré con esta página que no conocía, y con este hilo en concreto.
No siendo que la apreciación de la mayoría de la gente esté equivocada.... el Master/Mistress son los que aquí se conocen como Dominantes y Dóminas profesionales, o dicho de otro modo, de pago. Acuerdan límites con los sumisos que quieren hacer la sesión, y son estos los que por norma general, rellenan un cuestionario y un test donde dicen qué les gusta, qué no, o qué es lo que quieren hacer. No suelen tener más implicación con los sumisos más que los propios de dicha sesión. Conocen sobre muchas prácticas porque su trabajo es algo que les va pidiendo por aquello de la oferta y la demanda. No son altruistas... de hecho, para tener sesiones piden dinero por el servicio prestado
Algunas otras definiciones tampoco termino de compartirlas... aunque quizás sea yo la equivocada.
¿Su información sobre este tipo de Dominantes/Dóminas está escrita en alguna otra página? ¿O es una opinión personal respecto a este tipo de Doms?
Saludos y gracias,
queka